Los programas de ejercicios que se realizan, tienen una serie de características comunes, todos comienzan con una valoración inicial neurológica y un examen funcional, a cargo de la Médico Rehabilitadora. Posteriormente se planifican las actividades y ejercicios que cada persona afectada va a ejecutar. Con estas actividades y medidas terapéuticas utilizadas, pretendemos conseguir los objetivos propuestos. Constantemente se van evaluando las mejoras y progresos obtenidos.
Las actividades de rehabilitación se desarrollan según una relación y un orden determinados, así como en un espíritu de cooperación mutua. Las personas y los medios, por tanto, están coordinados para alcanzar un fin común.
La Médico en Rehabilitación y Medicina Física, es la que tiene la responsabilidad de esa coordinación y quién dirige el conjunto del proceso, y ésto conlleva la responsabilidad de que la persona que tenga una deficiencia o una incapacidad encuentre reunidas las competencias para todos los problemas que le conciernen. Los objetivos que pretendemos alcanzar con el programa de rehabilitación física, son fundamentalmente:
Objetivos Generales:
- La Rehabilitación Integral de todas las funciones.
- Lograr el máximo grado de independencia del paciente, en caso de síndromes residuales.
Objetivos Específicos (están condicionados por la evolución actual de la enfermedad):
- Mantener y/o aumentar amplitudes articulares.
- Regulación del tono muscular.
- Fortalecimiento de segmentos musculares debilitados (potenciación muscular).
- Reeducación de la coordinación de movimientos.
- Evitar la aparición de reacciones asociadas.
- Reeducación de las reacciones de equilibrio y esquema corporal.
- Reeducación de la marcha.
- Evitar la aparición de complicaciones (úlceras por presión, trombosis, neumonía,...).
La metodología empleada para la consecución de estos objetivos viene precedida de un examen minucioso del estado del paciente, por parte de la Médica Rehabilitadora. La información obtenida del mismo se recoge en la correspondiente historia clínica, con un apartado de valoración neurológica y un segundo de examen funcional por parte de la Médica Rehabilitadora.
Una vez realizado dicho examen, y teniendo en cuenta que debemos llevar a cabo una evaluación continuada del sujeto durante todo el tratamiento, diseñamos el protocolo más adecuado en función del estado del paciente y de las diferentes técnicas a nuestra disposición:
- Programa de ejercicios respiratorios.
- Cinesiterapia: con movilizaciones pasivas lentas globales activo-asistidas, activa y/o resistidas.
- Técnicas de facilitación de Bobath (posiciones simples y de inhibición).
- Patrones de Kabat (diagonales, estabilizaciones rítmicas).
- Ejercicios de coordinación según Frenkel.
- Masoterapia circulatoria y estimulante de los músculos paréticos.
- Estiramientos analíticos y globales.
- Tratamiento postural en silla y cama.
- Entrenamiento de las transferencias.
- Ergoterapia funcional.
Los resultados obtenidos del tratamiento de Rehabilitación Física, están condicionados, no sólo por la personalidad colaboradora o apática del paciente, sino también por la impredecible evolución de la enfermedad y el entorno del/la afectado/a (familia, amigos,...). El 50% del tratamiento lo constituye el espíritu participativo del individuo, así como, juega un papel importante la realización de los ejercicios recomendados en su domicilio y con las pautas marcadas, sobre todo a la hora de incluir frecuentes períodos de descanso para evitar una fatigabilidad innecesaria.
El sentimiento de satisfacción apreciado en un gran número de pacientes corrobora la necesidad y la eficacia del proyecto de Rehabilitación Integral que venimos desarrollando. La calidad de vida, así como la independencia en las actividades de la vida diaria, evolucionan favorablemente.